Sorprendente y novedoso. Así cayó a la opinión pública y al conjunto mediático y político español el pronunciamiento del Fondo Monetario Internacional, que en un informe demoledor hecho público ayer miércoles, criticaba sin tapujos la actuación del organismo entre 2004 y 2007, el periodo en el cual
Rodrigo Rato estuvo al frente del mismo.
Rato, que justo en 2004 salía 'triunfante' del segundo gobierno de
José María Aznar, estaba en esos momentos considerado como un gran economista que había logrado un milagro de tipo económico con nuestro país, situándolo en un situación majestuosa entre las economías más potentes del planeta.
Sin embargo, no piensan lo mismo sus sucesores en el FMI, ahora dirigido por el francés
Dominique Strauss-Kahn. Ese polémico informe revela graves deficiencias internas que impidieron prevenir la crisis que aún golpea al mundo capitalista y, por extensión en este contexto de globalización, al resto del planeta.
Según el informe de la Oficina de Evaluación Independiente, el FMI puso como ejemplos a seguir "prácticas destructivas", "desoyó las señales de alerta" y se mostró "complaciente con los países ricos", especialmente Estados Unidos, que fue el foco de la crisis global.
De momento, existe un claro silencio de manera oficial tanto en el PP como en los círculos políticos que estuvieron al frente de nuestro país entre 1996 y 2004, durante la 'era Aznar'. Como es lógico, los medios de comunicación de corte progresista arremeten y aprovechan la situación para hacer sangre con los de la calle Génova, que son ahora los que cuestionan el criterio económico de los ministros de Economía que ha tenido Zapatero desde 2004 en sus ejecutivos socialistas.
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