Así lo señalaron en rueda de prensa conjunta después de que los órganos de gobierno de ambos sindicatos avalaran el pacto social alcanzado con Gobierno y patronal, que engloba el acuerdo sobre la reforma de las pensiones y las políticas activas de empleo, así como orientaciones sobre negociación colectiva y política energética, industrial e I+D+i.
En primer lugar,
Méndez indicó que en la decisión de los sindicatos para firmar el acuerdo con el Ejecutivo y la patronal "ha pesado mucho el contexto general" de crisis económica y que las centrales mantendrán las espadas en alto en contra de la reforma laboral y las "discrepancias" con el Gobierno en esta materia.
Así, precisó que "el contencioso sigue pendiente" y que seguirán adelante con la iniciativa legislativa popular para dar la vuelta a una reforma laboral que, a su juicio, "está acreditando su inutilidad".
Por su parte,
Toxo echó en falta en el pacto social un "acuerdo importante" en materia de política fiscal, para reconducir el déficit aportando más medidas de incremento de ingresos y menos de recorte del gasto, así como un "compromiso" de resolución de la reestructuración del sistema financiero.
Asimismo, apuntó que "el acuerdo para nada va a impedir que los sindicatos sigan reclamando que los pensionistas que vieron congeladas las pensiones recuperen su poder adquisitivo".
La ayuda de 400 euros es cicatera
En cuanto a los contenidos del acuerdo, los sindicatos valoraron especialmente lo pactado en materia de pensiones y políticas activas de empleo. En el primero de los temas, coincidieron en señalar que asegurará la solvencia del sistema a largo plazo.
"Este acuerdo debe de infundir confianza y tranquilidad a las personas mayores, que tengan la tranquilidad que no habrá, ni existirá ni existen peligros en sus pensiones, se consolidan hacia el futuro", dijo Méndez.
En cuanto a la ayuda de 400 euros para parados de larga duración, Toxo fue el más crítico al señalar que el Gobierno ha estado "cicatero" al recortar en 26 euros la ayuda original de 426 euros, y mostró reservas sobre si habrá disposiciones financieras para cubrir a todos los que solicitarán este derecho. Por su parte, el secretario general de UGT celebró que la ayuda se integre en programa de carácter nacional.
En relación al plan de choque para generar empleos a tiempo parcial, también hubo una buena valoración por parte de los sindicalistas, aunque Méndez admitió que las centrales los han "asumido" puesto que supondrá más contratación a corto plazo, mientras que Toxo lo calificó de "parche", en tanto que no solucionará el grueso del problema del paro.
Por otro lado, en materia de política energética, Toxo y Méndez informaron que el acuerdo abre una segunda fase de negociaciones para profundizar en el debate sobre el mix energética y la fijación de precios, tanto de la luz como del resto de los productos energéticos. En este punto, Méndez confió en alcanzar un acuerdo en un plazo "relativamente corto".
Los interlocutores
En cuanto al papel de los interlocutores que han participado en las negociaciones, tanto Méndez como Toxo coincidieron en que la llegada de Juan Rosell a la presidencia de CEOE ha sido un "factor clave".
Preguntados por el relevo de Celestino Corbacho como ministro de Trabajo y la llegada de Valeriano Gómez, Méndez contestó un enigmático: "Hasta el ministro todo es Gobierno". Toxo, más comedido, dijo que "no era Celestino, como no es Valeriano" el responsable en cada momento de la marcha de las negociaciones.
Eso sí, ambos líderes sindicales agradecieron el papel del PP en el Pacto de Toledo por su permanente oposición al Gobierno en su interés por elevar la edad de jubilación a los 67 años y confiaron en que todas las fuerzas políticas se sumen al acuerdo.
Por último, del mismo modo que lamentaron que el Gobierno no haya presentado aún el acuerdo al PP, indicaron que de forma "inmediata" iniciarán una campaña para darlo a conocer en el seno de las empresas.
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