José María Aznar, que intervino tras la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, hizo ante los más de 3.000 asistentes a esta magna Convención un discurso realmente incendiario, con un tema central que puede resumirse en este párrafo: "Defendemos los valores de la honradez frente al optimismo y las trampas. Nunca lo hemos tenido fácil. Dejamos una herencia mucho mejor de la que recibimos. Otros recibieron la mejor herencia y se han empleado a fondo para dilapidarla. Han dejado a España mucho más débil".
En un momento dado, Aznar aseguró que la situación de España no está para "bromas" acerca de si el jefe del Ejecutivo, Rodríguez Zapatero, se va o se queda y tampoco "para aguantar la broma de los pinganillos" en el Senado con la traducción simultánea en el uso de las lenguas cooficiales.
Dijo también que los españoles desean en mayo la victoria del Partido Popular y "hasta los socialistas lo saben aunque no quieran reconocerlo". "Y en vez de mirar de frente a los problemas, se entretienen con líos que sólo a ellos les interesan. En otras circunstancias podría tener su gracia alimentar debates sobre quien sabe cuándo se irá o no se irá quien tendría que haberse ido ya", enfatizó.
En su discurso, muy encendido y muy aplaudido, Aznar lanzó duras críticas contra los socialistas, que, según dijo, van a dejar a España "mucho peor de como la encontraron". Para él, "dejamos una herencia mucho mejor que la que recibimos", para añadir que los españoles pueden confiar en el PP porque saben que este partido es "de fiar".
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