Finalmente, el
molt honorable president
José Montilla ha decidido apurar todos los plazos que le marca el Estatut y ha convocado elecciones autonómicas en Cataluña para el domingo 28 de noviembre. Lo ha hecho desde la legitimidad, en los plazos 'normales' y "dentro de la legalidad y normalidad democrática", como ha recalcado, en catalán y en castellano, en una comparecencia oficial en Barcelona.
Con gesto grave, Montilla ha advertido que, pese a esta convocatoria, obligada por la ley, "la agenda política no está cerrada", lo que significa que el Ejecutivo catalán seguirá trabajando en todos los proyectos en marcha, pero también ha advertido al electorado que "estas elecciones serán decisivas y muy importantes: nos jugamos mucho". Montilla ha hablado de la situación de gran crisis económica que vivimos, pero también del momento de "descrédito total" de la política y de la clase política y de que los comicios se celebrarán sólo unos meses después de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut.
En su intervención institucional, en la que no admitió preguntas, el molt honorable president ha pedido a todas las fuerzas políticas la asunción de "dos principios irrenunciables: juego limpio electoral y claridad en las propuestas políticas". Previendo una campaña electoral excepcionalmente dura, Montilla ha advertido a sus oponentes políticos que los retos a los que se enfrenta Cataluña "no se resuelven ni con eslóganes ni con frases descalificatorias".
Luego, Montilla pidió a los ciudadanos catalanes que "sean conscientes del momento extraordinario que nos toca vivir: con vuestro voto decidiréis qué camino tiene que seguir Cataluña durante toda una generación". En ese punto, Montilla ha pedido a los electores que se informen, que "piensen en la consecuencia de su voto y que voten en libertad".
En esta hora de peticiones, Montilla no excluyó a los medios de comunicación públicos y privados, a los que también dedicó una parte de su discurso. Les ha pedido en concreto que contribuyan en estas elecciones "favoreciendo un debate democrático, plural, rico", porque "lo necesitamos más que nunca".
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