La quema de coranes musulmanes por parte de un pastor cristiano, al que se podría calificar de sacerdote radical, al igual que a muchos imanes, ha abierto una importante brecha en EEUU y, por extensión, a todo el planeta.
Todo pese a los mensajes de calma, a dos días de las conmemoraciones del 11-S. Varios de los principales líderes judíos, musulmanes y de la Iglesia Católica de Estados Unidos, condenan la "histeria anti musulmana" desatada en el país en los últimos meses. Una tendencia que se ha visto acentuada en los últimos días después de que un pastor evangelista de Florida convocase a sus feligreses a quemar ejemplares del libro del Corán con motivo del noveno aniversario de los atentados del 11-S.
Las tensiones han aumentado por la proximidad este año del aniversario de los atentados del 11 de septiembre y la fiesta musulmana del Eid al Fitr, que el próximo viernes marcará el final del mes del ramadán.
La secretaria de Estado de Estados Unidos,
Hillary Clinton, mostró su satisfacción por la condena "clara e inequívoca" realizada por los líderes cristianos, musulmanes y judíos. "Estoy emocionada por la condena clara e inequívoca hacia esta falta de respeto y acto vergonzoso realizado por los líderes de diferentes religiones", apuntó.
Los dos máximos responsables militares estadounidenses en Afganistán advirtieron el lunes de que la quema de ejemplares del Corán podrían poner en peligro la vida de los soldados norteamericanos desplegados en el país centroasiático.
Mientras tanto, musulmanes estadounidenses están incrementando la seguridad en mezquitas, buscando ayuda de líderes de otros credos y transmitiendo anuncios subrayando su lealtad a Estados Unidos, ante la proximidad del aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre, el cual temen podría traer más angustias a sus comunidades.
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