La presidenta de la Comunidad de Madrid,
Esperanza Aguirre, sigue dando excelentes muestras de su habilidad para crear polémica en vísperas de los grandes debates sobre el estado de la Región. El de este año se celebrará en la Asamblea de Madrid la semana que viene y en gran medida estará centrado en la polémica decisión de la presidenta regional de rebajar el número de ‘liberados’ sindicales que trabajan para la administración regional.
Su intención no es baladí. Y es que esta vez ha dirigido sus dardos contra los sindicados a sabiendas de que están ‘en guerra’ con el Gobierno de
José Luís Rodríguez Zapatero y de que los ciudadanos sufrirán dentro de pocos días -el 29 de este mes- las consecuencias de una huelga general. La lideresa, de esta manera podrá elevar sus tiros, como le gusta hacer, contra el presidente del Gobierno y no se limitará a atacar a los grupos de la oposición del parlamento regional, -PSOE e IU- tarea que parece que le aburre bastante. Incluso no se la ve demasiado interesada en las primarias que están librando a cara de perro en el PSM
Tomás Gómez y
Trinidad Jiménez para dilucidar quien es su rival en las próximas elecciones autonómicas...
De momento, ya ha conseguido convertir a los ‘liberados’ sindicales en el centro del debate político nacional, adelantándose -también como de costumbre- a
Mariano Rajoy que ha optado por la cautela y se ha limitado a respaldar la iniciativa de la dirigente madrileña sin atizar mucho más la polémica. Al menos por ahora.
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