El presidente del PP,
Mariano Rajoy, niega en la entrevista que tenga una agenda oculta, como le acusa el socialista y ministro
José Blanco, y responde diciendo que "el plan oculto si acaso ha sido el del Gobierno, que nunca anunció que iba a congelar las pensiones, ni bajar el sueldo de los funcionarios un 5%, ni que iba a suprimir los 400 euros que anunció en plena campaña electoral, ni el chequebebé…".
El líder de la oposición explica que, en el caso de que sea elegido presidente del Gobierno, le gustaría hacer en España algo similar al plan de ajuste presentado por
David Cameron en Reino Unido. "Por una razón: transmite ideas claras, transmite que lo que hace, lo hace porque se lo cree y, por tanto, genera confianza", afirma Rajoy, quien, al desgranar los objetivos de su política económica, considera capital establecer por ley un techo de endeudamiento de todas las administraciones públicas.
Rajoy cree que la política económica del Gobierno de
Zapatero transmite "la sensación de una cierta improvisación a la hora de tomar decisiones". A su juicio, el problema fundamental de España es el paro, y por
tanto "lo que hay que hacer es ayudar a quienes pueden generar riqueza y puestos de trabajo". También estima importante finalizar el proceso de reestructuración de las cajas de ahorros y poner en marcha un plan para resolver los problemas de la energía. "Aquí hay que hacer muchas reformas y, sobre todo, hay que generar confianza", señala. En cuanto al futuro de las pensiones, el líder del PP apuesta por que "la jubilación sea verdaderamente a los 65 años", así como por "aumentar el periodo para el cálculo de la jubilación, y estimular que la gente siga trabajando".
"Me siento preparado para gobernar"
El líder del PP asegura que está preparado para presidir el Gobierno y dice que su primera medida al frente del Ejecutivo "sería llamar al jefe de la oposición y decirle que España necesita consensos en temas básicos y fundamentales". Entre otros temas de actualidad es preguntado por la corrupción ("es algo despreciable", afirma) y defiende al presidente de la Comunidad Valenciana,
Francisco Camps. "Yo no creo que un dirigente se venda por trajes. Y como conozco a Camps y sé que es una persona honrada, lo digo".
En cuanto a la política antiterrorista, Rajoy sostiene que la "credibilidad del Gobierno es ciertamente mejorable", aunque mantiene su apoyo al Ejecutivo y fija la disolución de ETA como condición para legalizar a Batasuna. "Quien tiene prisa por presentarse a las elecciones es ETA y Batasuna. El Gobierno y el Estado no tienen por qué tener ninguna prisa para que se presente", señala el líder del PP, que apuesta por la eficacia de las fuerzas y cuerpos de seguridad, en lugar de negociar con la banda terrorista.
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