Las vueltas que da la vida... Se trata de un caso parecido al de
Pedro Solbes, que de 2004 a 2008 fue vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, hombre fuerte de
Zapatero y quien daba al gobierno socialista un peso político y buena imagen de gestión económica en el ámbito internacional. Cuando se aproximaba el final de esa legislatura, Solbes pidió a Zapatero pasar a un segundo plano o jubilarse, pero como favor especial accedió a presentarse a la reelección y, de hecho, fue uno de los grandes alicientes del PSOE a la hora de presentar su programa y sus candidatos a los votantes.
Al año, la crisis acabó con Solbes. Ahora
Rubalcaba podría vivir un caso parecido. ¿Acusará el desgaste? La cuestión es que el que fuera ministro del Interior desde 2006 se presentó sin dudarlo a las listas electores de 2008, pero sembró claras dudas, como Solbes, de su tiempo en activo. De su fecha de caducidad, vaya.
El ministro
admitió el 11 de marzo de 2008 -dos días después de las elecciones generales- en una entrevista en TVE, que después de los resultados, se pensaría su futuro político:
"Es clarísimo que uno tiene que pensar lo que quiere hacer en su vida (...) tengo unos días para pensarlo y lo tengo que hacer".
Y también decía esto:
"Ya tengo muchos años, muchas campañas electorales, muchos trienios, y tengo que pensarlo". Con ello insinuaba que podría ser su última legislatura y, en todo caso, la recta final de su carrera política (por entonces tenía 56 años).
Sin embargo, ahora todas las quinielas le colocan como uno de los 'presidenciables', es decir, de los posibles candidatos a sustituir a Zapatero al frente del PSOE y por tanto, como cabeza de cartel en las generales de 2012. De momento es el vicepresidente primero y el hombre fuerte de este Gobierno.
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