"La historia se repite. Nadie puede insultar a Francia sin que haya consecuencias y Reding la ha insultado", ha dicho este jueves
Sarkozy durante la reunión de líderes del PPE celebrado en las afueras de Bruselas poco antes de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, cita en la que Alemania, secundada por Francia, defenderá ante sus socios la necesidad de hacer cambios en el Tratado.
La comisaria
Reding, que ya protagonizó un sonoro enfrentamiento con Francia a cuenta de las expulsiones de gitanos practicada por el Gobierno galo, calificó este miércoles de "irresponsable" la exigencia de París y Berlín de
cambiar el Tratado porque, a su juicio, ello supondría "abrir la caja de Pandora".
Además, criticó que Sarkozy y la canciller
Angela Merkel hicieran públicas sus exigencias en Deauville cuando estaban reunidos en Luxemburgo los ministros de Economía de la UE para tratar de acordar las nuevas sanciones a los países con déficit excesivo. "No me ha gustado mucho lo que ha pasado en Deauville", llegó a afirmar.
Según Orban, el presidente galo ha dicho que "Francia es Francia y que la Comisión la había insultado como nación". También el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Pierre Lellouche, ha declarado en Berlín que Reding había "atacado en público" a los líderes de Francia y Alemania.
"No puede llamar irresponsable a líderes que han sido elegidos un miembro de la Comisión que, por cierto, no ha sido elegido por nadie", ha dicho. "No se trata de un 'diktat', es un regalo franco-alemán para Europa. Por supuesto no hay ninguna intención de que sea una imposición de los grandes a los pequeños. Eso es ridículo", ha insistido.
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