La candidata conservadora a la Generalitat de Catalunya recupera así la propuesta que ya lanzó en durante la campaña de las elecciones generales de 2008 su jefe de filas,
Mariano Rajoy. Entonces el presidente del PP nacional defendió la instauración de un contrato para inmigrantes en el que los extranjeros se comprometieran a respetar las leyes y las costumbres del país.
"Mensaje miserable"
Las reacciones a la propuesta de Camacho no se han hecho esperar: el president,
José Montilla, reprochó a
Sánchez-Camacho, que esté haciendo "populismo y demagogia" con la inmigración, y ha alertado de que transmitir un mensaje "miserable" puede "propiciar xenofobia y racismo".
Montilla afirmó en rueda de prensa que hablar de esto ahora "no tiene sentido", puesto que la crisis económica hace que ya no lleguen a España inmigrantes a buscar trabajo.
El candidato del PSC en estas autonómicas recomendó a Sánchez-Camacho que antes de agitar el discurso de la inmigración "se dé cuenta de que ahora no vienen inmigrantes", y criticó al PP por transmitir la idea de que los catalanes tienen menos derecho que los inmigrantes a la hora de recibir ayudas sociales.
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