Así, y con el respaldo de la amplia mayoría de trabajadores que acudieron a las cocheras de Plaza de Castilla, los empleados respetarán los servicios mínimos del 50% impuestos por la Comunidad de Madrid tanto el
jueves como el
viernes. El
sábado y el
domingo, y a pesar de algunas voces discrepantes que reclamaban dejar sentir la huelga
durante las celebraciones del 'Orgullo Gay', Metro funcionará al 100%.
El lunes, el servicio se prestará también con normalidad, pero han sido convocadas dos asambleas para los distintos turnos. En la del jueves, a las 10 horas, una parte de la plantilla escuchará los progresos de las posibles negociaciones entre el Comité de Huelga y la Comunidad de Madrid -si es que éstas se dan- y decidirá si se consuma la huelga indefinida que ya está legalmente comunicada. Por la tarde, el resto de compañeros de los turnos correspondientes votarán también en un sentido o en otro. Hasta entonces, el comité de huelga pidió a todos responsabilidad en el cumplimiento de la decisión unitaria.
Los portavoces oficiales de la Consejería de Transportes han subrayado a Madridiario, el diario hermano de Diariocrítico, su voluntad de acabar con el conflicto siempre y cuando se cumplan primero los servicios mínimos. El lunes -primer día de huelga- no quisieron negociar. Si a partir del jueves hacen una huelga legal, pueden plantear sus reivindicaciones a la empresa", concluyeron. Estas, según el comité de huelga, pasan por no recortar ni las nóminas ni la masa salarial (como propuso el PP y rechazaron los trabajadores), sino por reducir el "despilfarro" que, aseguran, comete la compañía pública en otras áreas.
Presunta agresión por un piquete
Según Vicente Ramírez, portavoz del comité, "si hay un solo expediente o despido" a los trabajadores, se sigue en la huelga", pero la Comunidad de Madrid ya ha enviado las notificaciones de apertura de diligencias contra al menos 200 empleados que no cumplieron los servicios mínimos. Este miércoles, Esperanza Aguirre condenaba además el hecho de que cuatro trabajadores que sí querían acudir a sus puestos de trabajo tuvieran que ser atendidos en las Cocheras de Canillejas tras ser presuntamente agredidos por un piquete: "Me parece absolutamente intolerable que, no contentos con incumplir los servicios mínimos, algo que es absolutamente ilegal, ahora los piquetes se estén dedicando a emplear la violencia contra quienes quieren trabajar".
La asamblea de este miércoles resultó dura en palabras contra la presidenta regional (volvió a aparecer la expresión "reventar Madrid") y contra los "esquiroles". Manuel Fernández, del sindicato Solidaridad Obrera, reconoció que existe "un problema" con los trabajadores de estaciones, algunos de los cuales sí quieren acudir a sus puestos, pero negó que se hayan producido agresiones. Vicente Ramírez concluyó que "ningún político rompe esta piña con amenazas y expedientes" y que los empleados de Metro seguirán "unidos hasta el final".
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