Después de ser contestado por el ministro del Interior,
Alfredo Pérez Rubalcaba, y otros líderes del PSE,
Eguiguren expresó que no pensaba que estuviera "metiendo la pata" o diciendo alguna "barbaridad" cuando hablaba de "un cambio radical" en la izquierda abertzale y apuntaba que no bastaba "con acabar con la banda, sino hacerlo irreversible". "Ha sido una contrariedad para mí", apostilló.
Puso de relieve que durante 30 años ha estado protegido por escolta por decir lo que le "da la gana" y, en consecuencia, aseguró que por haber "tenido un contratiempo o porque a determinados líderes o partidos no les haya gustado" tampoco dejará de "decirlo". "Posiblemente hablaré con usted cuando pase el verano y la discusión será distinta porque, a veces, al principio parece que uno ha dicho una barbaridad y ha metido la pata y pasa un poco de tiempo y resulta que tiene razón, osea que yo soy de esos", indicó.
En declaraciones a
Onda Cero, Eguiguren dijo no sentirse una "especie en extinción" en su partido. "Otra cosa distinta es que tampoco puedo explicarme suficientemente porque la gente tiene otras muchas cosas que hacer que escucharme a mí", prosiguió, antes de señalar que "la gente está harta" de lo que ocurre en el entorno de Batasuna y sólo desea el fin de ETA.
Respecto al documento suscrito este domingo
entre Eusko Alkartasuna y la izquierda abertzale para trabajar a favor de la creación de un Estado vasco, consideró que "no fue un gran avance" aunque para Batasuna tiene "algo de importancia" al fortalecerse con la compañía de otro partido. Remarcó que tampoco se le puede "pedir que hagan maravillas" en el campo de la "terminología y el léxico" porque tienen "su lenguaje particular y les cuesta mucho salir" de él.
No a la negociación
Tras poner de manifiesto esta "novedad importantísima", fue preguntado sobre lo fácil que sería que Batasuna pidiera perdón a las víctimas y cortara definitivamente con la banda terrorista. "Entiendo que el nudo gordiano lo cortarían así pero no suele ocurrir", respondió, antes de argumentar que tiene una "historia común" con ETA y ver, por lo tanto, "normal" que el camino tenga "dificultades".
Reclamó que el PP y el PSOE sean capaces de liderar "este nuevo escenario" el día en el que "se confirmen que son hechos lo que todavía son palabras" y logren la colaboración del PNV para afrontar el "nuevo ciclo". "No hay pista de aterrizaje, son ellos --Batasuna-- los que lo tienen que hacer, planteo que si todo eso que dicen lo hacen, las instituciones vascas estudiarán fórmulas para ir resolviendo las consecuencias y las heridas que ha dejado el terrorismo", remachó.
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