Agrio enfrentamiento entre De la Vega y Sáenz de Santamaría

Lo de menos era la pregunta, porque las respuestas de De la Vega nunca se centran en ellas. Y en esta ocasión no rompió la regla. “Qué nuevos esfuerzos va a pedir el Gobierno a las clase medias españolas”, le preguntó Sáenz de Santamaría, acompañando su curiosidad de una serie de descalificaciones, ya habituales, contra el Gobierno de Rodríguez Zapatero, entre ellas, que han perdido “la credibilidad” dentro y fuera de España.

Pero lo que provocó la indignación de la vicepresidenta y de las filas del banco azul fue su posterior y estudiada sentencia: “practican ustedes un despotismo endeudado, gobiernan a costa de los españoles pero sin los españoles y a costa del pueblo, pero sin el pueblo”. 
 

"Solo les queda abrazar el marxismo-leninismo"

Tras cruzarse unas sonrisa con Zapatero, de la Vega se ‘arremangó’ y lanzó sus dardos contra la portavoz del PP. “Causan ustedes sonrojo, incluso dentro de su propio partido”, replicó a Sáenz de Santamaría, en alusión a las recientes declaraciones de María Dolores de Cospedal, declarando al PP “el partido de los trabajadores” y apareciendo con un pañuelo ‘palestino’ al cuello en un acto de partido. “Sólo les queda ya abrazar el marxismo-leninismo”, se mofó.

La vicepresidente continuó acusándoles de cambiar de postura cada dos por tres, apoyando un día la huelga y a los sindicatos, y otro no, o comparando un día Alemania con  España y otro no, y  "quedarse tan panchos”, por lo que opinó que  no resultaban “creíbles”. “Se les ve demasiado el plumero y a eso se le llama oportunismo, con mayúsculas”, remató la vicepresidenta, mientras los diputados populares murmuraban con enfado desde sus escaños.

De la Vega desgranó las ‘mejoras’ que ha realizado el Gobierno en la legislatura anterior hasta que llegó la crisis en beneficio “de las clases medias”, entre ellas subir las pensiones o aprobar la ley de dependencia.

La vicepresidenta se dejó para final de su intervención el broche final. “Ustedes solo quieren rebañar el plato electoral. ¡Qué pena, qué tristeza, qué papelón”, espetó, provocando el aplauso cerrado de la bancada del PSOE .