Por otra parte, las copiosas lluvias caídas en la mayoría del territorio y los tres partidos del Mundial de Fútbol desanimaron a los colombianos, que acudieron a las urnas para elegir al sucesor del presidente
Álvaro Uribe, quien dejará el cargo el próximo 7 de agosto.
A la lluvia y a la afición por el fútbol se sumó la convicción generalizada de que la suerte está echada, ya que
Santos partía como favorito tras su holgada victoria en la primera vuelta frente
Mockus.
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