Poco más de una semana y el Mundial ya ofrece sus primeras claves. Y ‘vuvutelas’ y ‘jabulanis’ aparte, la primera gran conclusión es que el fútbol sudaméricano ha dado un paso al frente, mientras que los grandes de Europa fracasan y las selecciones del continente africano no sólo no aprovechan jugar en su casa, sino que salvo Ghana, parecen haber copiado lo peor del fútbol físico europeo y haber perdido toda su frescura con la que antes nos sorprendían en los Mundiales. La Camerún de
Eto'o es el mejor ejemplo.
Y qué decir de Europa. Italia, Inglaterra, Alemania y España no sólo representan a las cuatro grandes Ligas europeas, sino también a países que tendrán que esperar a la última jornada para saber si se clasifican para octavos. Y la quinta liga en importancia en Europa, Francia, ya está más fuera que dentro protagonizando los episodios más bochornosos del Mundial. ¿Quién la ha visto y quién la ve?
Mientras, los cinco representantes de Sudamérica viven la cara de la moneda. Argentina y Brasil cumplen pronósticos en sus respectivos grupos. Incluso después de un debut sin brillantez han mejorado sus prestaciones en el segundo partido para llegar con frescura y cierto desahogo al cruce de octavos. Así se gana un Mundial. Pero no están solas en la demostración del fútbol sudamericano. Paraguay sorprende en el grupo de Italia y camina hacia el primer puesto. Uruguay dejó casi sin Mundial al equipo anfitrión y también tiene muchas opciones de ser el líder de su grupo. Y Chile ganó su primer partido con un gran fútbol y dejó claro que este Mundial puede hablar español, pero quizá no por La Roja. O sí, que todavía hay tiempo. Hoy empezamos la reconquista.
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