No parece que en Génova hayan acogido con demasiado entusiasmo los 'mensajes' interpuestos que el ex ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, está enviando a la dirección del partido en los que deja entrever sus deseos de regresar a la primera línea política para convertirse en el candidato a la presidencia del Principado de Asturias.
Según dijo en tono neutro María Dolores de Cospedal, la decisión de quien ocupará esa plaza la tomará, cuando toque, la dirección del PP de Asturias "y la dirección nacional", un matiz que deja claro que por muchos deseos que tenga el ex ministro de ser el candidato o haya un grupo de dirigentes que le apoyen, será Rajoy quien lo decida.
Hasta ahora Álvarez-Cascos no ha hablado personalmente con ningún miembro de la cúpula del PP para transmitirle su disposición de volver a la arena política. Pero tampoco parece que la idea despierte el más mínimo interés en Rajoy.
El líder del PP no olvida las ácidas criticas que vertió Cascos contra él y la nueva dirección que acababa de elegir para llevar las riendas del partido, especialmente contra la portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, a la que llamó "novicia" y recomendó que adquiriera experiencia primero "sentada en el banquillo".
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