Cuando ya está más que cerrada la larga lista de los eventos programados para el año 2010, léase para la Presidencia española del Consejo en turno rotatorio, cuyo diseño nos ofrece un totum revolutum que mezcla reuniones informales de ministros con exposiciones pop-art, campus party, Coreper, nueva danza y Festival Viñarock, y otras decenas de asuntos igualmente dispares y originales que vienen a rellenar un importante gasto presupuestario oficialmente estimado en 90 millones de euros, más lo que pongan las autonomías para sus eventos respectivos, y en el que se incluye 11,9 millones de euros que recibe Telefónica por prestar asistencia técnica y seguridad a la web de la Presidencia española -cara seguridad que fue burlada ayer colocando una
imagen de Mr. Bean con el mensaje “Hi there”-, la prensa nos sorprende con una excelente idea: el Presidente de Gobierno recibirá mañana, 5 de enero, en La Moncloa, a un grupo de sabios que le ayude a generar ideas para fortalecer el gobierno económico de la UE.
Ciertamente el Comité de Sabios es una vieja figura que arranca de una propuesta presentada por Francia en 1978 al Consejo Europeo para recurrir a personalidades particularmente conocedoras de los asuntos europeos y reflexionar sobre los progresos de la Unión. Por tanto, es una buena idea que como ya dicen hoy los comentaristas, llega tarde, pero que sea bienvenida porque entre las
personalidades citadas aparece el ex Presidente de la Comisión
Jacques Delors, el ex Presidente español
Felipe González y el ex Presidente de la Comisión,
Pedro Solbes. Debemos decirle a la gente, y me refiero al público en general, que Jacques Delors es una personalidad sin duda excepcional, quizá la figura más significada en la Unión Europea después de Jean Monnet. Delors, que tenía vocación por el cine, acabó entrando en prácticas en el Banco de Francia superando a los 20 años las pruebas de redacteur. Idealista, partidario de la revolución a través de las leyes, a luchar contra las injusticia sociales, afiliado a la Confederación Francesa de Trabajadores Cristianos, sindicalista de la CFTC, dedicado a escribir artículos sobre problemas económicos y sociales, con el seudónimo de Roger Jacques, colaborador de la Comisaría del Plan para la Reconstrucción de Francia que dirigiera
Jean Monnet, entra en el Partido Socialista francés y toma contacto con la política, primero con
Chaban-Delmas y finalmente, sobre todo, con François Mitterrand, europeísta convencido que llega al poder en 1981 con el lema “la forcé tranquille” y acaba, por decisión del Presidente de Francia, desembarcando en 1985 como Presidente del ejecutivo europeo y convertirse en un gran líder que impulsa el desarrollo del Mercado Único, la Unión Económica y Monetaria y trabaja con denuedo hasta lograr la firma y ratificación del Tratado de la Unión. Son 10 años (1985-1995) los que protagoniza en los que las Comunidades pasan a ser la Unión que ahora heredamos transformada en el gran proyecto del Tratado de Lisboa.
En todos estos últimos años Delors y su Instituto de investigación “Notre Europe”, son punto de referencia excepcionalmente valioso para el seguimiento de los problemas de la Unión y de su desarrollo futuro. Creo recordar que en el mismo acto de la presentación de la Presidencia española 2010 por el Presidente español,
Rodríguez Zapatero, en la sede de la fundación Carlos de Amberes, le insinué, como idea que le pareció excelente, estaba conmigo
Ramón Tamames, la propuesta del nombramiento por el Consejo Europeo de Jacques Delors como Ciudadano de Honor de Europa, título sólo alcanzado por Monnet y
Kohl, por tanto, escuchar a Delors es sin duda esencial porque sin duda es uno de los padres de la Unión Europea. Delors sabe cual es el desafío social, el riesgo demográfico y la necesidad de utilizar la ciencia y la técnica en beneficio del progreso y del pleno empleo. El gran
Xavier Vidal Folch, le hacía una reciente entrevista en la que destacaba los grandes líderes de su época incluyendo evidentemente a González. Ciertamente la presencia de Felipe González en ese Consejo de Sabios es también excepcional y no sólo por su prestigio exterior y singularmente europeo, sino porque preside el Grupo de Reflexión sobre el Futuro de Europa para el que prepara un Informe que será estudiado y debatido con la máxima atención por los gobiernos de la UE. La claridad con la que González manifiesta sus puntos de vista no siempre es cómoda para el Gobierno, pero es una referencia más de su valor, al operar con absoluta independencia y libertad en defensa de opiniones como el uso de la energía nuclear y el consenso de la reforma laboral. Asimismo, el prestigio de Pedro Solbes, tras su discutible paso por el Ministerio español de Economía en tiempos de crisis, permanece intocable en Europa. Son muchos los líderes europeos con voz importante, incluyendo al propio
Tony Blair, pero también son muchos los europeístas españoles de gran prestigio, por citar algunos;
Marcelino Oreja, su discípulo
Íñigo Méndez de Vigo, Enrique Barón, Jose María Gil Robles, Carlos Westendorp,
Gil Carlos Rodríguez Iglesias, el propio
Josep Borrell y no pocos embajadores y ministros de los gobiernos anteriores. Bienvenido sea el grupo de reflexión y el aprendizaje de los expertos, ojalá sea más que una noticia, que un titular o que una foto, porque la crisis económica está ahí y atenaza duramente a España durante todo el semestre europeo. Menos fastos, menos fotos, más reflexión y más trabajo y en eso Delors y González son excepcionalmente valiosos por su conocimiento y por su continuado esfuerzo. Escucharles es una garantía.
Rogelio Pérez-Bustamante
RPB es Chaire Jean Monnet