El ex portavoz de Batasuna
Arnaldo Otegi comenzó el pasado lunes una huelga de hambre en el marco de las protestas anunciadas por el colectivo de presos de la banda en denuncia de lo que consideran un aumento de la represión en las prisiones, según confirmó la abogada del acusado,
Jone Goiricelaia, en el transcurso de la vista oral que se sigue en la Audiencia Nacional contra él y otros acusados por enaltecimiento del terrorismo
El conocido como EPPK, dependiente de la banda terrorista, anunció así el inicio de un "periodo de lucha" que hasta el momento ha consistido en los tradicionales 'txapeos' -encierros en sus celdas- comunicaciones de protesta a directores de prisiones e instituciones penitencias y el juez de vigilancia, así como en carteladas y otros actos de protesta.
La noticia trascendió durante la celebración de un juicio en su contra en la Audiencia Nacional. Goiricelaia pidió a la presidenta del tribunal,
Ángela Murillo, permiso para que su cliente bebiera agua "dado que se encuentra en huelga de hambre". La magistrada accedió a la petición de la letrada con un expresivo: "Por mí, como si quiere tomar vino".
A lo largo de la vista oral, Otegi se mostró altananero y desafiante, defendiendo sus últimas propuestas políticas basadas en la reciente 'Declaración de Venecia'. Pero, como siempre, al líder
abertzale le faltó valor para condenar la violencia de ETA.
Al final del interrogatorio, la magistrada le dijo lo siguiente:
"Puede no contestarme a esta pregunta que le voy a formular. Está en su derecho, pero yo se la hago de todas maneras: ¿Condena usted a ETA?". Otegi dio un respingo como de asombro y se limitó a decir, mirando a todos los asistentes:
"No pienso contestar a eso".
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La jueza, al ser preguntada por si podía beber agua, contestó irónicamente: "Por mí, como si quiere tomar vino..."
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