Este acto, que se celebra desde 1953, cuenta desde hace décadas con la asistencia del presidencia del país, quien, a su vez, invita a una personalidad extranjera, además de la presencia de numerosos líderes políticos y empresariales. Los periódicos, aparte de recordar que en otras ocasiones han participado en este acto personalidades como el rey de Jordania,
Tony Blair y la madre
Teresa de Calcuta, insisten en que será el primer acto en el que coincidirán ambos mandatarios en este año, después de que el pasado 13 de octubre el presidente español visitara por primera vez la Casa Blanca.
Zapatero fue preguntado en Eslovaquia, en una rueda de prensa, por la posible contradicción entre su ideología laicista y el cariz religioso de la actividad a la que ha sido invitado. El presidente, tras mostrarse sorprendido por “la capacidad para interpretar una invitación, para interpretar el origen de ese acto y de la voluntad del presidente
Obama”, evitó la polémica y prefirió apuntar a la “grandeza democrática de EEUU” y a su tradición de acoger a personas “de distintas condiciones”.
Llamazares pide a Zapatero no mezclar a Dios con la política
El portavoz de Izquierda Unida (IU) en el Congreso,
Gaspar Llamazares, instó por ello a Zapatero a no mezclar a Dios con la política y a "guardar las formas" durante su participación en el Desayuno Nacional de Oración, al que Llamazares se refirió como "el César".
En rueda de prensa en la Cámara Baja, Llamazares avisó de que no resulta "recomendable" mezclar a Dios con la política para un país que, como España, se dice aconfensional. "A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César", enfatizó.
Llamazares defendió que el jefe del Ejecutivo español debe reunirse con el presidente estadounidense "tantas veces como sea necesario", pero, en su opinión, "no necesita ningún intermediario, y mucho menos confesional".
"Creo que no está bien mezclar las cuestiones que tienen que ver con las confesiones legítimas de cada cual con las cuestiones políticas -sostuvo-. No es una buena mezcla en nuestro propio país y no es una buena mezcla tampoco en los Estados Unidos, aunque a lo que se vaya sea a rendir pleitesía al César".
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