En el Gobierno y el PSOE están que trinan con la
visita de Aznar, realizada este miércoles a Melilla por un corto espacio de tiempo pero que fue suficiente para acaparar durante horas la atención mediática. Lo peor, decían en este frente, es que la situación empeorara con Marruecos al visitar el ex presidente la zona.
No ocurrió eso, pero sí fue razón para que se avivara el enfrentamiento entre socialistas y populares, aunque sin grandes declaraciones mediáticas. Han sido tensiones más bien internas. Por eso, como suele ocurrir, la batalla se ha desplegado en los medios de comunicación entre los más 'cercanos' a estos dos partidos.
Diarios próximos al Gobierno socialista como
El País o
Público se han lanzado esta mañana a
criticar duramente a Aznar en sus portadas, tachando de provocación su presencia en la ciudad autónoma y haciendo casi suyas las duras palabras del ministro
José Blanco, que sigue actuando de 'portavoz' del Ejecutivo en ausencia de
De la Vega. Blanco tachó de grave
"deslealtad" la acción de Aznar y considera que en ningún gobierno del mundo civilizado se viven situaciones de tal calibre.
El caso es que la prensa crítica con el Gobierno se la ha devuelto al PSOE y a los sectores progresistas tirando, simplemente, de hemeroteca. Y es que tampoco hace tanto tiempo que
Zapatero realizó una acción similar. Hablamos del año 2001, cuando entonces se había abierto una crisis diplomática con Marruecos -una de tantas- e incluso se había retirado a consultas al embajador de ese país en España.
El caso es que el entonces líder de la oposición y secretario general del PSOE, Zapatero, visitó y se reunió con el rey
Mohamed VI en su despacho. Tampoco se les escapa a estos medios un detalle: que Zapatero incluso aceptó sentarse en una sala en la que el mapa de Marruecos se anexionaba Ceuta, Melilla y las Islas Canarias.
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