Naomi Campbell ha evitado durante años llegar hasta este punto. De hecho, la Corte de La Haya la llegó a acusar de no cooperar en el juicio contra
Charles Taylor por su negativa a ser interrogada acerca del supuesto regalo que éste le hizo y que podría ser la prueba de su vinculación con los diamantes en bruto con los que se financió una sangrienta guerra civil. Sin embargo, finalmente la imagen de su testificación ante el tribunal ha llegado.
Los hechos se remontan a una fiesta celebrada en 1997 en la casa de Suráfrica de Nelson Mandela a la que había sido invitada junto Charles Taylor y
Mia Farrow, entre otras personalidades, y precisamente, fue esta actriz la que destapó el escándalo. Supuestamente el dictador regaló a Campbell un "enorme diamante". "No se te olvida cuando una amiga te cuenta que le regalaron un diamante enorme en medio de la noche", declaró Farrow que testificará también ante el tribunal el próximo lunes, al igual que un antiguo agente de Campbell.
Esto podría ser la prueba para vincular a Charles Taylor, acusado de crímenes de guerra y contra la Humanidad por su apoyo a los rebeldes del Frente Unido Revolucionario (RUF) en la guerra civil que azotó durante diez años a Sierra Leona, con los diamantes en bruto con los que se financiaban las armas. Sin embargo, Campbell rechazó dar su versión de los hechos ante la Justicia y negaba ante los periodistas que hubiese recibido nunca ningún diamante.
De hecho, hace tan sólo tres meses, la modelo llegó a perder los estribos durante una entrevista televisiva en ABC, y cuando se le pidió responder acusaciones según las cuales recibió un "diamante de sangre" del ex dictador liberiano Charles Tyalor, Campbell respondió con un seco "cené con
Nelson Mandela", "no recibí un diamante y no quiero hablar", para luego salir del estudio de la cadena propinando un golpe al cámara.
[Pinche en la imagen de la derecha para ver el vídeo con el desenlace de la entrevista]
Un cambio de 'versión'...
Este jueves, una Naomi Campbell, mucho más discreta que de constumbre cambió sustancialmente su versión y aunque explicó que desconocía de dónde habían procedido las piedras, admitió que en ese momento "asumió" que eran un regalo del entonces presidente de Liberia, Charles Taylor.
"Vi unas pocas piedras, eran unas piedras muy pequeñas y sucias", aseguró la modelo durante su declaración, en calidad de testigo. Con su testimonio, los acusadores pretenden refutar las afirmaciones de Taylor, según las cuales nunca poseyó diamantes, así como demostrar que el ex presidente había llevado los diamantes a Sudáfrica con el objetivo de comprar armas para el RUF. Los diamantes procederían de las minas controladas por los propios rebeldes. El ex presidente liberiano ha asegurado que estas acusaciones "no tienen sentido", y ha rechazado los once cargos de los que se le acusa, que incluyen incitación para cometer asesinato, violación, mutilación, esclavitud sexual y reclutamiento de niños soldado durante las guerras en Liberia y Sierra Leona, en las que murieron más de 250.000 personas.
En su declaración, transmitida casi en directo (con una media hora de retraso) por las televisiones, Campbell declaró que desconocía la procedencia de los diamantes, que le habían llegado a la habitación del hotel justo después de la cena que había mantenido Taylor con Nelson Mandela. No obstante, la modelo asumió que se los había enviado Taylor.
Respecto al uso que hizo posteriormente de los diamantes, los fiscales mostraron una declaración por escrito del director de la fundación Nelson Mandela de ayuda a los niños en las que éste negaba "categóricamente" que hubiera recibido diamantes "de Campbell ni de otra persona". La modelo calificó esta declaración de "correcta" y se limitó a precisar que había entregado las piedras a un "amigo" que hacía labores caritativas.