Esperanza Aguirre habría abierto el camino el jueves expulsando a los 3 diputados autonómicos de la Comunidad de Madrid que aparecen imputados en el sumario que ahora se ha levantado parcialmente. Por eso se le acababa el tiempo a Camps, que tenía a Ricardo Costa como su principal problema.
Costa, ex vicepresidente del ejecutivo valenciano y aún secretario general del PP de esa comunidad, permanecía en el cargo y desafiaba así a la dirección nacional del Partido Popular. Después de que se publicara que Rajoy habría presionado para que Camps 'cortara' su cabeza, se estaba resistiendo estos últimos días a perder el cargo y exigía que toda decisión se tome en el seno del PP valenciano.
Tal extremo de la salida de Costa se da por hecho en Madrid, pero sigue desmintiéndose por el momento. El propio secretario general del PP manifestó este viernes, día de la Comunidad Valenciana, que Camps le trasladó la "confianza" en su "persona" y en su "gestión" en las conversaciones mantenidas en las últimas 24 horas.
"Sería una obviedad no reconocer que en las últimas 24 horas he mantenido conversaciones, algunas habituales y otras específicas, con el presidente Camps", reconoció Costa. "En todas ellas, me ha trasladado la confianza en mi persona y en mi gestión", aseveró.
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