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Correa sabía que le investigaban y sopesó el volver a España desde Latinoamérica

Correa sabía que le investigaban y sopesó el volver a España desde Latinoamérica

martes 06 de octubre de 2009, 21:37h
  El cabecilla de la red "Gúrtel", Francisco Correa, pasó tres meses entre Colombia y Panamá entre julio y octubre de 2008 y comentó a algunas personas que no debía regresar a España porque le estaban investigando. Extremó la seguridad en sus conversaciones telefónicas, usaba varios teléfonos móviles y tarjetas prepago que le compraban terceras personas y la fecha de su regreso era todo un misterio para las personas que trabajaban para él. Sobre los negocios que realizó en este tiempo, aseguró que había perdido 300.000 euros en Panamá en una operación que calificó de "estafa".

   Según las conversaciones telefónicas grabadas por la Policía, Francisco Correa era el jefe de toda la trama de empresas, aunque no figuraba en ninguna de ellas, ya que sus empleados no hacían nada sin que él diera su autorización. En su ausencia, cuando se encontraba fuera de España, Pablo Crespo Sarabis era quien dirigía las sociedades desde las oficinas centrales de la calle Serrano.

   Cuando la Fiscalía presentó su escrito de denuncia en la Audiencia Nacional, el 4 de agosto de 2008, Francisco Correa se encontraba fuera de España, estaba de viaje en América, donde pasó tres meses entre Colombia y Panamá. Pero ya sabía que le estaban investigando, por ello, en una de las conversaciones que mantuvo por teléfono comentó a una persona de nombre Santiago que no debía regresar, en alusión a algún acontecimiento que ha ocurrido en España y que podía afectarle.

   También en una de las conversaciones entre Victoria y Andrés, dos de sus empleados, grabada el 6 de octubre de 2008, ésta le dice al segundo que por las conversaciones que tiene con Francisco Correa, deduce que: "no va a poder venir cuando él quisiera, dice que no puede decir me voy, está esperando unas informaciones en las que le van a decir cuándo puede...".

   Sin embargo, parece que unos días después, Correa ya tiene la información que esperaba porque el 10 de octubre de 2008 habla con Guillermo Martínez Lluch, director de la oficina de Bancaja en Miami, y le comunica que va a volver a España "la semana que viene" porque, aunque "se ha iniciado una investigación", su "tema" está "tranquilo". No obstante, su intención era regresar de nuevo a Panamá.

"Ni me han citado ni nada"

  "Y esta semana he arreglado los temas míos de aquí. Un lote que compré lo estoy arreglando con el abogado. Voy a Bogotá a ver un lote, unos terrenos muy bonitos, el lunes o martes, y vuelvo a España y...voy a organizar ahí unas cosas y a planificar a ver si vuelvo a Panamá a arreglarlo eso y ya lo arreglo yo, o me busco uno de país, voy a ver qué decido. Todavía mi tema en España está tranquilo, ¿me entiendes?. Está,..., no,..., ni me han citado ni nada, no, no, no", explicó Correa al director de la sucursal de Bancaja a quien le reveló, en la misma conversación que le había salido mal un asunto en Panamá.

   Así, le comenta que había estado un "mes y pico" en el país centroamericano y, dice: "me lo han hecho mal". Añade que es una "putada" porque ha pagado 300.000 dólares que ha perdido y exclama: "una estafa, sí".

   Sin embargo, la fecha de regreso era un misterio para sus trabajadores, quienes se preguntan unos a otros --según las conversaciones telefónicas grabadas, por la fecha de regreso "del jefe"--. Incluso su pareja, Carmen, le comenta a Andrés --uno de los empleados-- que Correa "guarda mucho secretismo con el día de la llegada".

   Esta información o sospecha de que le estaban investigando hacía que Correa también extremara las medidas de seguridad en sus conversaciones telefónicas. Según el sumario, el juez autorizó controlar las conversaciones de tres teléfonos que usaba habitualmente y que estaban a nombre de sociedades. Alguno de estos teléfonos le usaba sólo para recibir llamadas en el buzón de voz, que después escuchaba para saber quién quería hablar con él y devolvía la llamada desde otros teléfonos.

   Mientras estaba en Colombia y Panamá utilizó teléfonos locales, en muchas ocasiones con tarjetas prepago compradas por una tercera persona, con el fin de que no se pudiera rastrear a quién pertenecían los números de teléfono, ni intervenirlos.

   Según el sumario, el nivel de vida de Correa y su pareja, María del Carmen Rodríguez, no se correspondía con la declaraciones fiscales. No consta la actividad profesional concreta de Correa, quien no ha presentado declaraciones de la renta al menos desde 1999, ni tampoco ha hecho autoliquidaciones tributarias la única sociedad en la que él aparece como administrador, FCS Formación, que se encuentra en baja provisional desde 2003.

   Sin embargo, poseen varios inmuebles, entre ellos, una vivienda, con empleada de hogar y jardinero, en la Urbanización "La Finca" en Pozuelo de Alarcón (Madrid), otra vivienda en la calle Oliva de Majadahonda (Madrid), una vivienda más en la que reside María del Carmen Rodríguez en Sotogrande (Cádiz) y otra casa unifamiliar en Ibiza.

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