De momento, y como comentamos, según hemos podido saber, el Gobierno sigue tomando cartas en el asunto y niega que haya habido relajación. Este agravamiento de la situación se debe a un proceso normal y se esperan hasta 20.000 enfermos por la gripe A durante este otoño. Por eso prepara medidas extraordinarias, más allá de las tomadas en las últimas fechas. Y es que existe una sensación de alarma ante la situación.
Y es que el jueves ha sido un día funesto. El Ministerio de Sanidad confirmó la
muerte de una mujer nigeriana de 33 años que estaba ingresada en el Hospital Son Llàtzer, de Palma de Mallorca,
"como consecuencia de complicaciones derivadas de la gripe A/H1N1". Además, un hombre de 71 años falleció en el Hospital Universitario La Paz de Madrid como consecuencia de una reagudización de su enfermedad broncopulmonar y complicaciones derivadas del virus. Los dos casos elevan a cuatro las víctimas mortales.
Especial preocupación despertó el caso de la mujer de 33 años, que generó a la joven una neumonía bilateral generada como consecuencia directa de la nueva gripe A/H1N1, la primera vez que no tenía lugar en una persona sin complicaciones previas de salud. Esto ha hecho pensar en una mayor virulencia y fortaleza del virus.
En total, en Europa se han detectado 14.600 casos. Esto significa que, por el momento, la mortalidad es inferior a la registrada para la gripe estacional. En España, hay 1.222 casos confirmados y somos el segundo país continental con más muertes, sólo superados por Reino Unido. En este país se estima que morirán 63.000 personas en invierno, 10 veces más que con la gripe normal. La alarma es total y el dato, escalofriante.
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