Esperanza Aguirre fulminó el lunes a su consejero de Deportes, al director general del Mercado Puerta de Toledo, que era ex alcalde de Majadahonda y al regidor de Boadilla del Monte. Todos ellos están relacionados con la segunda parte de toda esta trama: la destapada por Garzón el viernes y que se corresponde a posibles casos de corrupción en la Comunidad de Madrid. Hay quien piensa que el barco 'popular' está tocado y no sería imposible decir que con riesgo de hundirse.
Pero ella no tiene ningún miedo. Aparentemente. La presidenta madrileña calificó este martes de "escandalosa" y "vergonzosa" la campaña contra el PP y avisó que de ello "tendrán que responder" quienes la están impulsando. Sin decir quién, claro.
Aguirre, que asistió a la conferencia pronunciada en el Fórum Europa por su compañero vasco Antonio Basagoiti, recalcó que "la seña de identidad" de su Ejecutivo mientras sea presidenta de la Comunidad "será la transparencia y la responsabilidad". Y al ser preguntada si abriría una investigación interna, respondió: "No tengo ni idea. Hable usted con el Gobierno".
Funcionarios de Granados y Aguirre, 'pillados'
Y más culebrón: ahora habría sido pillados por la escritura los espías que fueron siguiendo a cargos públicos de Madrid y anotaron a mano apuntes en algunos de sus informes. Y según informa, cómo no, el diario '
El País', su escritura coincide con la de funcionarios de la Consejería de Interior de la Comunidad de Madrid, dirigida por
Francisco Granados.
De este modo, el vicealcalde de Madrid,
Manuel Cobo, y el que fuera consejero de Justicia,
Alfredo Prada- fueron espiados por funcionarios de la Consejería de Interior del Gobierno de la Comunidad, y dentro de ella por personal de la Dirección General de Seguridad.
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