Según se desprende del auto dictado por el juez Garzón, se suspende expresamente “todas y cada una de las actividades” de la plataforma electoral D3M hasta el 1 de marzo y advierte a sus responsables de la obligación, “bajo apercibimiento de desobediencia”, de que tienen que abstenerse de realizar cualquier acto durante la campaña lectoral, incluido el uso de logotipos, carteles y “cualesquiera otras actividades que estén relacionadas con la actividad electoral para la que surgió”. Sobre Askatasuna, considera acreditado que carecía de actividad, pero suspende sus actividades con el fin de evitar que pueda recuperarla en el futuro de acuerdo a la estrategia marcada por Batasuna.
D3M hacía campaña, como una candidatura más
La medida por la vía penal adoptada por Garzón va a tener consecuencias directas sobre la actividad electoral que estaba desarrollando D3M en las calles del País Vasco, convocando y celebrando actos electorales como si de un partido más se tratara, y eso a pesar de la anulación de sus litas por parte del Tribunal Supremo, luego avalada por el Tribunal Constitucional. Ya lo dijeron sus portavoces nada más ser anuladas sus candidaturas: “somos candidatos y nos presentamos”, al tiempo que hacían un llamamiento a sus votantes a introducir en las urnas la papeleta de D3M el próximo 1 de marzo. Un llamamiento directo y claro al voto nulo, que ya ha ensayado la izquierda abertzale con el fin de visualizar su fuerza electoral en otras convocatorias electorales a las que no ha comparecido.
La izquierda abertzale no renuncia a su presencia en la calle
Tras la suspensión de actividades decretada por Garzón, todo apunta a que la izquierda abertzale recrudecerá la presión sobre los partidos que concurren a las elecciones e intentarán hacerse aún más visibles en las calles de ciudades y pueblos de la geografía vasca. No es nuevo, la historia se repite. Prueba de ello es que los simpatizantes de D3M ya han protagonizado, en lo que va de campaña, algunos incidentes en las calles del País Vasco y han llegado a boicotear actos electorales de formaciones como PSE o PNV. Sin ir más lejos, basta ver las consecuencias de los incidentes que tuvieron lugar el pasado sábado, en Bilbao, al impedir la Ertzaintza la manifestación convocada en apoyo a las listas ilegalizadas, que había sido prohibida previamente por el mismo juez Garzón. Los manifestantes sembraron el terror en el centro de Bilbao para criticar la “antidemocrática” prohibición de las listas abertzales.
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