EUROLAT: ¿Quién dijo fácil?

Como todo proyecto arriesgado, EUROLAT necesita de una transición no cruenta, que comience por certificar que ya está en marcha. Eurolat no es una entelequia -si bien muchos comunicadores llegados de todos los rincones de latinoamérica desconocían que tan importante iniciativa ya está en marcha, y esto debe invitarnos a todos los “actores”, incluso a los secundarios, a una reflexión profunda.

¿En que marcha estamos? Acabamos de meter la primera en este Congreso de Análisis Latinoamericano. El propio Presidente de la Xunta de Galicia,  Emilio Pérez Touriño, utilizando el simil automovilístico sabe que falta aún mucho tiempo para meter la directa y enfilar  la consumación del proyecto.  

Pero lo comparte y está en ello. Pérez Touriño, tras inaugurar el Congreso, se detuvo para recoger nuestro libro oficial, “La pasión por la Ciencia” perteneciente al Fondo de la Fundación Jorge Juan, de manos del Presidente del Congreso Fernando Jaúregui.

Además, discutimos sobre el papel de EEUU en el proyecto a futuro. Periodistas de ambos lados del Atlánticos coincidían en Santiago de Compostela en que las relaciones ‘’sólo pueden mejorar’’ con Barack Obama… Y es que Busch queda ya como el eslabón perdido en las relaciones entre EEUU y América Latina. Pero alguien deberá pensar en la necesidad de no convertir al flamante presidente estadounidense en SAN OBAMA, capaz de obrar todos los milagros del Mundo, incluido Eurolat.  No podrá, obviamente.

Todos coincidimos, aunque en grados diversos, en que Empresa y Universidad deben tomar el mismo barco en ambas orillas. Profesionales y académicos del periodismo apuestan decididamente por potenciar las relaciones entre las empresas y la universidad…Cierto también que América Latina reclama inversión empresarial, y es lógico, la brecha entre el Viejo Continente y América Latina es aún grande y faltan más vínculos transnacionales para repararla. Sin embargo ¿los medios contribuyen a reducir, si quiera un poco, las distancias políticas entre países subdesarrollados y desarrollados?, después de un intenso debate la respuesta es Sí. El mundo digital reduce la distancia entre le primer y tercer mundo, pero todavía no es suficiente, de autocomplacencia nada de nada. Queda mucho trabajo por hacer.

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