El nombramiento de Barcina puede suponer un acercamiento de UPN de nuevo al PP

Aunque como en todos los Congresos los prolegómenos suelen ser agitados, en éste, que puede ser considerado como 'histórico', no se esperan grandes tensiones porque todo apunta a que habrá un reparto de cargos en virtud del pacto alcanzado – no reconocido abiertamente- entre los dos sectores que ‘cohabitan’ en la formación regionalista.  Además de Barcina como presidenta, Alberto Catalán  será nombrado vicepresidente y Carlos García Adanero Secretario General. Se elegirá además a los 17 vocales del Comité Ejecutivo en el  que se conjugarán personas  leales a Barcina y otras a Sanz. Pero al ser abiertas las listas – algo insólito en una formación política española- la emoción se mantendrá hasta el final. 

No obstante, este diario ha podido contrastar algunos datos, como el que en la nueva dirección se da por segura la entrada de Carlos Salvador, el único de los dos diputados de UPN del Congreso -que pertenecían al Grupo Popular- que se mantuvo fiel a Sanz. El otro, Santiago Cervera, decidió, tras ser expedientado por la dirección del partido y sufrir fuertes presiones, -según denunció en su día- , dejar la militancia en UPN y afiliarse al PP. 

También se habla de la entrada en el Comité Ejecutivo del concejal de Pamplona y ex senador José Iribas, y de su compañero Sánchez de Muniain, así como un importante desembarco de ediles. Del gobierno de Sanz se baraja la entrada de varios de sus Consejeros, como Javier Caballero, considerado del ala más radical navarrista de UPN; Maribel García, a la que Sanz llevó de número dos en las pasadas elecciones forales;  Begoña Sanzberro y Amelia Salanueva.
 

La ‘alargada’ sombra de Sanz

Pero, la pregunta que muchos se hacen es, ¿realmente se va Sanz?. Algunos  dirigentes que conocen bien el partido creen que no, que el presidente de la Comunidad Foral va a seguir controlando UPN al menos durante los dos años que le quedan hasta la convocatoria de las próximas elecciones.  

Hay un dato que a estos dirigentes les hace ‘sospechar’ los deseos de Sanz de ‘tutelar’ a Barcina. El hecho de que  se haya  asegurado un puesto vitalicio en la ejecutiva de UPN, fruto de una enmienda a los Estatutos que establece que los ex-presidentes del Gobierno siempre serán miembros de esa ejecutiva. “Es un caso único en España. No se trata de ser presidente de honor ni nada parecido. Se trata de tener un puesto en la misma ejecutiva, con todos los derechos”, explican nuestras fuentes.

Una de las cosas que más llama la atención de este Congreso es que  se desarrolle en una mañana, en apenas cuatro horas, -desde las 10 a las 14h del domingo-  cuando en ocasiones anteriores estos cónclaves ocupaban todo un fin de semana, dos largas jornadas dado que UPN es un partido asambleario en el que todos los militantes – y no solo las delegaciones- participan activamente en la elección de los órganos de dirección.

Para tal fin se solía alquilar el polideportivo Anaitasuna, el mayor de Pamplona. Ahora en cambio se ha elegido el auditorio Baluarte de la capital, con un aforo mucho más reducido.

Pero lo que un sector del partido –no todo- espera de este cónclave es que esta nueva etapa liderada por Barcina cierre las heridas abiertas con el PP, partido con el que durante más de una década UPN ha mantenido una alianza electoral que les ha dado excelentes resultados posibilitando su llegada al Gobierno Foral.