Los 435 puestos de la Cámara de Representantes se eligieron en la cita electoral y, según las proyecciones de los medios norteamericanos, el Partido Demócrata pasará de 235 a 261 representantes, mientras que sus rivales republicanos, que contaban con 199 asientos, descenderían hasta los 174.
Por su parte, se disputaban 32 asientos en el Senado. Los demócratas tenían, por primera vez en tres décadas, la posibilidad de terminar con el control republicano en esta Cámara, pero, pese al avance, la solución a algunos proyectos legislativos previsiblemente pasará por buscar apoyo entre las filas republicanas.
A pesar de la victoria, la satisfacción no fue completa en el bando demócrata al no lograr derrotar a
McConnell, uno de sus principales objetivos. En cambio, dos ex gobernadores demócratas,
Jeanne Shaheen de Nueva Hampshire, y
Mark Warner de Virginia, ganaron escaños anteriormente ocupados por republicanos, los senadores
John Sununu y
JohnWarner, mientras que la senadora republicana
Elizabeth Dole, de Carolina del Norte, también resultó vencida. Entre los senadores que lograron una fácil reelección está el demócrata
Joe Biden de Delaware. Pero ante el triunfo de Obama tendrá que ceder su escaño porque se convertirá en el nuevo vicepresidente.
Con la victoria de Obama, el nuevo Congreso que se reunirá en enero debería poder cumplir una larga lista de promesas de campaña. Entre ellas figuran la retirada de los soldados estadounidenses en Irak, la eliminación de las rebajas impositivas para la clase alta y la adopción de nuevas medidas destinadas a poner fin a la crisis financiera.