Los manifestantes expresaron que la Universitat de Girona quedó "retratada" compartiendo el jueves por la tarde con el monarca la inauguración del Parc Científic i Tecnològic, ya que consideraron que se trata de alguien que no tiene "ningún vínculo con el mundo académico ni con el país".
Los jóvenes, que ondeaban banderas independentistas, leyeron un manifiesto ante el Ayuntamiento de Girona, donde expresaron que conocían al rey de "las revistas", cuando "sonríe" diciendo que la lengua catalana "nunca ha sido perseguida". Pero lo realmente condenable llegó cuando algunos jóvenes congregados, ataviados incluso con pasamontañas, tomaron la calle para escenificar la quema pública de unos cajones de cartón decorados con fotografías de miembros de la Casa Real. La foto del monarca, por ejemplo, salía invertida, de forma macabra.
La manifestación, que avanzaba en dirección al recinto donde se encontraba el monarca esta noche, obligó a desplegar un dispositivo de los Mossos d'Esquadra, que acordonaron la zona. Esto hizo retroceder a los congregados.