Solbes se queda

Lo anunciamos aquí y ahora. Ha deshojado la margarita y, por fin, ha accedido a la petición de Zapatero: Pedro Solbes seguirá como vicepresidente económico en el caso de que los socialistas ganen las elecciones y Z forme nuevamente gobierno. No tenía sustituto posible a la vista, porque la otra figura relevante de la economía socialista española, Joaquín Almunia, ni tiene buena sintonía con el presidente del Gobierno ni quiere abandonar, hasta que le toque, la comisaría europea de Economía. Lo que aún sigue dudando Solbes es si debe o no ser diputado en la próxima legislatura y, por tanto, si accede o no a figurar en las listas electorales, a lo que hasta ahora ha venido negándose. 

    Otra cosa es que Solbes haya impuesto algunas condiciones: no quiere seguir como hasta ahora, descolgado de algunos ministerios económicos, ninguneado por la oficina de Planificación Económica de La Moncloa y con escasa voz y menos voto en algunas decisiones que toma unilateralmente y por sorpresa el presidente Z.

     Se ha impuesto, pues, el sentido de la responsabilidad en el siempre responsable vicepresidente. Y eso que sabe –su amigo Almunia lo dijo bien claro este viernes—que la recesión asoma la oreja en la economía europea. Y, por tanto, en la española, donde empiezan a apreciarse algunos signos que si no son inquietantes sí son, al menos, motivo de alerta.